HUMANOS PARA UN NUEVO MUNDO

HUMANOS PARA UN NUEVO MUNDO

El mundo ha cambiado. Esto tan obvio llevamos escuchándolo desde marzo del año pasado cuando algo tan sorprendente como inesperado para la mayoría de mortales como un virus nos obligó a cambios acelerados a nivel personal y en consecuencia a nivel profesional.

 

Llevo ya algunos años trabajando en RRHH y nunca me había encontrado con una situación de este tipo, nunca. En los departamentos de RRHH hemos vividos momentos de transición, enfoque, irrupción de metodologías, tendencias estructurales… pero creo que nunca tan intensos, profundos y determinantes como en el que estamos inmersos.

 

En unos meses de vorágine hemos vivido el auge del teletrabajo, la irrupción de nuevas formas de trabajar, la potenciación del trabajo por objetivos, la virtualidad de la relaciones laborales, tendencia hacia estructura flexibles y menos sobredimensionados para adaptar, el aumento de la temporalidad, de la contratación por proyectos, freelances, el ostracismo de las relaciones cara a cara… y tal como lo veo esto sólo ha hecho que empezar.

 

Y en medio de este “no saber” en la organización y de este “no vernos” al que nos hemos abocado uno de los términos que más han aparecido en artículos, foros, talleres on Line… durante estos meses ha sido el del engagement y la relación con el empleado, pero lo cierto es que más allá de la teoría del término y todo lo escrito sobre él lo que ha cambiado no es su importancia, que todos hemos tenido siempre presente, sino la forma de entenderla y de aplicarla.

 

Porque en meses como estos y los que vendrán algo tan “antiguo” como una llamada ha adquirido un valor esencial en ese proceso de engagement. Para entender lo que sucede en la empresa debemos entender lo que sucede en cada una de las personas que son parte de ella, y para ellos desde cualquier puesto de RRHH debemos escuchar, porque no existe una propuesta de valor real basada en los empleados y en su crecimiento si no vemos su percepción de su trabajo y su vida como ellos lo ven.

 

Un escucha centrada en la persona, en sus inquietudes, necesidades, problemáticas, que va más allá de la jornada laboral y que mira alrededor de cada persona en su sentido más amplio. Y lo hace consciente de que pasamos muchas horas en el trabajo, una parte que en términos matemáticos es muy importante de cada jornada laboral, pero fuera de ella pasan cosas, tanto o más importantes, que pueden parecer insignificantes en la empresa o que intentamos que pasen desapercibidas y que inevitablemente participan, influyen y que sin saber hasta dónde evolucionan y hacen crecer.

 

Esas conversaciones nos dan más información de la que podamos pensar, y nos ayudan a entender ese engagement, de una forma más real e intensa de lo que en a menudo nos dice un estudio de clima.

 

La escucha activa es una de las herramientas más potentes en la gestión de equipos y de rrhh en general. Bien aplicada genera un clima de confianza, de seguridad, la persona se siente más implicada, se expresa con honestidad y libertad. Porque sentirse escuchado es sinónimo de sentirse valorado y ese es elemento clave de la motivación y del engagement. El mensaje que estás dando cuando la aplicas es tan sencillo como demoledor… “Me intereso por tí y eres importante”.

 

Ese es el poder de una conversación y el medio es lo de menos. Cara a cara, telefónica, videollamada, con un café… ahí radica el principio de todas la políticas de RRHH, en el contenido y no en el medio.

 

 

Cuántas veces hemos descolgado el teléfono o nos hemos acercado comenzando con un “tengo que hablar contigo”. Y éramos conscientes de ese inicio provoca escalofrío, miedo, inseguridad, preludio de todo lo malo posible que se puede pasar por la cabeza… Recuperemos la conversación para ayudar, para incentivar, para compartir, para conocer, para crecer. Y si quieres mantener una conversación auténtica y real recuerda estos puntos:

 

  • Presta atención al 200%
  • Demuestra interés verdadero en todo momento
  • No interrumpas ni juzgues
  • Tu cuerpo hablar y escucha por ti
  • Paciencia para escuchar

En tiempo convulsos y entornos VUCA merece la pena recuperar el viejo “arte” de la conversación… volvamos a sentirnos “humanos”.

 

 

Una buena conversación es como el café negro; estimulante y tan difícil de dormir después”.  A. Morrow Lindbergh